Hace pocas semanas, la FAO advertía de que posiblemente
estemos a las puertas de una nueva crisis alimentaria, de la cual nadie habla o
poco interesa. Parece que la prima de riesgo y las subidas y bajadas de la
bolsa son lo único que importan en estos momentos, en este mundo de locura
total donde cada vez más estamos rodeados de sinsentidos.
Mientras tanto miles de personas, están en riesgo de morir
de hambre o sufrir problemas de desnutrición en los próximos meses, porque ahora
nos ha dado por jugar a la ruleta con los alimentos, como si de un casino
gigante se tratara y nos jugáramos la comida en él.
Puede que muchos no hayáis notado las señales, pero
extrañamente, y solo son una pequeña muestra, después de unos años tranquilos,
de nuevo miles de subsaharianos se agolpan en los montes cercanos a Melilla
para saltar la valla y en los últimos días, vemos como decenas lo han
conseguido después de varios intentos en masa. De nada han servido los 6 metros
y la triple valla que se instalaron hace un par de años, cuando casualmente
estábamos ante otra crisis alimentaria, que causo revueltas graves en varios
países, entre ellos Egipto. Muchos lo han considerado como la semilla para su
primavera árabe.
Tampoco es nuevo que las organizaciones humanitarias llevan
desde el año pasado avisando de la situación del Sahel y de la grave crisis
alimentaria, provocada en parte por la sequía que se está dando y que está
afectando gravemente a su seguridad alimentaria. Por lo que las advertencias de
la FAO, no son nuevas y de nuevo llegan tarde. Lo peor, es que ninguna de estas
advertencias y noticias aparecen en primera página de los periódicos, porque
por lo visto, no nos toca de cerca.
Pues gran error, no hay más ciego que el que no quiere ver.
En estos momentos en España, ya hay alrededor de 1.700.000 personas en las que
en sus hogares todos sus miembros están en paro (según el INE) y organizaciones
como Cáritas, llevan meses denunciando que ya no dan abasto, aumentando el
número de beneficiarios de sus servicios en un 25% en algunos casos.
¿Y qué tienen que ver las tortitas de maíz con el biodiesel?
Pues mucho, o todo.
La grave sequía y las altas temperaturas del mes de julio que
está viviendo los EEUU, está empujando los precios del maíz al alza, debido a
que su producción será la más baja desde 1985, tal como indica su Departamento
de Agricultura. Esto ha hecho que desde junio, su precio en los mercados sufra
un aumento de hasta el 40%, lo que según la FAO se ha traducido en un aumento
del 6% en los precios de los alimentos.
A esto hay que añadir, que gran parte del maíz producido por
EEUU, se dedica a la producción de etanol para biodiesel y para alimentación
animal. Lo primero, provoca graves
efectos para los precios de los cereales, ya que empuja sus precios al alza en
los mercados internacionales, en parte por la valorización del mismo y en parte
por la escasez para uso alimentario, ya que las
subvenciones por cuotas de cosechas a la producción de biocarburante del
Gobierno de EEUU, provocan también, que gran parte de la producción vaya a este
uso y no a uso alimentario.
Lo segundo, es un sinsentido. Me explico. Destinamos al año
miles de quilos de cereales a la alimentación animal, modificando sus dietas
tradicionales y dándoles lo que debería ser nuestra comida. Los métodos de
engorde y de producción intensiva, nos han llevado al mayor de los absurdos,
les damos a los animales el alimento que podrían comer muchos, para que unos
pocos puedan comer carne. No hago una oda al vegetarianismo, pero si al consumo
responsable de carne, reduciendo su consumo o consumiendo animales criados de
forma sostenible con métodos de alimentación naturales y silvestres,
substituyendo gran parte de la proteína animal por proteína vegetal, en
nuestras dietas. Es solo cuestión de voluntad.
Pero volviendo al precio de los alimentos, podría parecer
que un aumento del 6% en el precio de estos no es muy grave. Dejadme recordaros
que 2.500 millones de personas viven en el mundo con menos de 2€ al día, casi
la mitad de la población y que en el caso de España, muchas familias ya han
agotado sus prestaciones y viven con menos de 500€ al mes.
En economía, hay un concepto denominado “elasticidad de la
demanda”, que mide la variación en esta de un aumento porcentual en el precio
de un producto. Esta funciona de forma curiosa si incluimos los gustos del
consumidor, pero en este caso creo que el gusto no es una preferencia. En este
caso, lo que vemos, y es evidente, es
que la elasticidad es mucho más alta cuando menos es la renta del consumidor,
es decir, cuando menos dinero tienes, ante una variación porcentual en los
precios, tu demanda disminuirá en mayor medida.
No hay que ser muy listo para entender que con 2€ al día o
con menos de 500€ al mes, prácticamente la totalidad de tu renta se va en
comida, especialmente en alimentos de primera necesidad (nada de lujos ni
caprichos), por lo que un aumento en el precio de esos alimentos, se traduce
simplemente en comer menos.
Puede que comer menos signifique reducir de 3 a 2 comidas,
pero lo siento, comer menos significa comer 1 o 0 comidas al día, o cado 2 o 3
días, porque a diferencia de la mayoría de nosotros, son muy pocos los que se
pueden permitirse el lujo de comer todos los días, y mucho menos 3 comidas
diarias.
Sinceramente, no sé lo que está pasando. Quiero entender que
es desinformación, porque de otro modo no sería posible que a día de hoy
todavía no hayamos reaccionado. Alternativas hay, y todas pasan por modelos de
producción sostenibles con bases agroecológicas, que respeten el medioambiente,
pero también a las personas y su entorno. También desde la Soberanía
Alimentaria se dan respuestas a la producción local, al autoconsumo, a los
derechos a producir, a alimentarse, a hacer un buen uso y disponer de los
recursos naturales y a ser reconocido como campesino, campesina y especialmente
como persona.
Entonces ¿Qué es lo que pasa realmente? Sin ser alarmista,
me da la impresión de que hay una serie de señores que simplemente piensan que
en este mundo sobran la mitad para que seamos felices y la “naturaleza se
autoregule”, últimamente oigo demasiado hablar de Malthus y de sus teorías
sobre los frenos al crecimiento demográfico.
No voy a ser yo el que diga que se metan un cañón de pistola
por sus partes pudientes, porque parece que algunos la llevamos desde hace años
enganchada, pero por suerte, en nuestras manos está el quitárnosla y darnos cuenta
que no solo es comida, son vidas humanas lo que hay detrás.
David pasate por mi blog que te he concedido un super premio!!!
ResponderEliminarhttp://subidaenmistacones.blogspot.com.es/2012/09/premio-primavera.html